Con ocho años de edad, Lionel Messi salió por primera vez de Argentina para jugar un campeonato infantil en Lima. Fue hospedado por la familia Méndez en Pueblo Libre durante una semana. Salía a comprar el pan siempre pateando una pelota y se animó a probar el pollo a la brasa en el local de lo que fue “La Caravana “ de la avenida Sucre.
Pueblo Libre, 19 de diciembre de 2022
En un partido lleno de emocione, la selección argentina de fútbol se coronó el domingo como campeona en el Mundial de Qatar. Es la tercera vez que los ‘albicelestes’ logran la máxima distinción, luego de haberla alcanzado en 1978 y 1986.
Una de las obsesiones de los fanáticos del fútbol era, desde hace mucho, ver a Lionel Messi levantar la Copa del Mundo, un trofeo que le fue esquivo en cuatro mundiales anteriores, pero especialmente en 2014, cuando, jugando la final del torneo en Brasil, perdió 1 a 0 frente a Alemania.
El hoy futbolista del Paris Saint-Germain francés, y que durante muchos años fue símbolo del Barcelona español, tuvo sin embargo un breve paso no solo por el Perú, sino específicamente en el distrito de Pueblo Libre, a donde llegó con ocho años de edad junto a un equipo infantil de su club Newll´s Old Boys de Rosario.
Fue en 1997. Por entonces, el equipo de ‘La Pulga’ recibió la invitación para viajar a Lima y participar en la Copa de la Amistad, un torneo infantil organizado por la Academia Deportiva Cantolao. Según cuenta el periodista Pedro Canelo de “El Comercio”, de esa competencia solo quedan seis videos de menos de cinco minutos, cuatro fotos de baja resolución y una camiseta rojinegra que Messi regaló a la familia limeña que lo hospedó.
Y justamente en este punto fue que la historia de la megaestrella argentina y Pueblo Libre se juntaron por unos días cuando la familia Méndez, que vive en el distrito, lo alojó, como era costumbre hacer con algunos futbolistas que venían para ese torneo infantil. “Mi papá le preguntó a los organizadores del torneo por el jugador más talentoso que venía, le hablaron de Leo y pedimos hospedarlo. Estuvo casi una semana”, dice Kevin Méndez, el hijo de aquella familia que convivió con el Messi de ocho años.
-William Méndez, el padre de familia que alojó a Messi, mostrando la camiseta que el futbolista le regaló.
Por aquellas tardes de la Copa de la Amistad 1997, los padres de Kevin le encargaban comprar el pan para el lonche familiar. El huésped Lionel lo acompañaba, y en esa distancia de cinco cuadras hacia la panadería, Messi no dejaba de hacer ‘pataditas’ en una coreografía callejera solo antes vista en un anime japonés llamado “Supercampeones”. Los vecinos de la familia Méndez le decían Oliver, el protagonista de ese dibujo que estaba de moda por esos años en la televisión de señal abierta.
Recuerda también que entonces el argentino solo quería comer milanesas, pero que aceptó ir a comer pollo a la brasa con sus anfitriones en el local de “La Caravana” que estaba ubicado en la avenida Sucre. “Creo que le gustó, aunque lo malo fue que se intoxicó la noche previa a las semifinales”, cuenta Kevin.
“Me trataron muy bien en el Perú. Tengo escenas algo borrosas y eso de que me enfermé también es de lo poco que aún me queda. Pero después de ese campeonato hubo varias giras con Ñuls y hubo otras familias en los distintos países que hospedaban a los jugadores. Me acostumbré rápido, aunque extrañaba un poco a la familia, a la abuela sobre todo”, dijo Messi muchos años después preguntado sobre sus recuerdos de esos días.
La sede deportiva de la Academia Cantolao en el Callao desapareció en el 2000. La cancha donde Messi marcó más de diez goles hoy es un enorme almacén cerca al aeropuerto internacional Jorge Chávez que guarda contenedores y mercadería de las embarcaciones que llegan al primer puerto. Es un recinto que todos los que llegan en un avión a Lima pueden ver antes del aterrizaje.
-Lionel Messi (izquierda) durante aquella lejana visita al Perú
Fuentes: El Comercio, Olé, Fútbolperuano.com, La República
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