La iniciativa está a cargo de la ONG Sinfonía por el Perú del tenor Juan Diego Flores, y se asocia para este objetivo con la empresa ENEL y el Colegio Andrés Bello.
Pueblo Libre, 26 de diciembre de 2022
Desde hace 11 años, Sinfonía por el Perú, una ONG liderada por el afamado tenor nacional Juan Diego Flores, impulsa la práctica de la música en los niños y jóvenes a lo largo del país con aliados del sector privado para ofrecer clases y asesoramiento que luego se transforman en conciertos de gran nivel. Varios de los menores que participan de esta iniciativa asumen la música como su carrera y siguen esta pasión formándose en el exterior.
En diversos distritos, la iniciativa se canaliza a través de “Núcleos”, que en el caso de Pueblo Libre se denomina “Núcleo Enel”, ya que esa es la empresa que auspicia sus actividades en esta jurisdicción y ofrece un programa de tres actividades: Kinder musical, Coral y Orquesta.
De esta manera, a lo largo de 2022, el “Núcleo Enel” ha alcanzado a 446 beneficiarios junto al equipo de Sinfonía. “Queremos agradecer a Enel Perú, nuestro socio patrocinador, a nuestro aliado estratégico la I.E. Andrés Bello de Pueblo Libre, y a todos quienes lo hicieron posible, porque juntos apostamos por un futuro lleno de esperanza, promoviendo y generando el desarrollo de niños, niñas y jóvenes, así como la construcción de un país mejor, más inclusivo, solidario y en sinfonía”, resaltó la organización.
En total, a lo largo de este año, el “Grupo Enel” ha ofrecido 5016 horas de clases dictadas y ofrecido cinco conciertos. Además, organizó 18 capacitaciones y talleres para el equipo.
Los participantes, luego de un periodo de pausa obligada por pandemia, donde las actividades fueron virtuales, expresaron su emoción por haberse reencontrado cara a cara con sus compañeros para compartir la experiencia de la música.
“Al estar a modo presencial se potencia mucho más el sentido de la familia, el apoyo, el crecer que no existía mucho. Las familias venían y hablaban poco con los maestros antes. Tras la pandemia hay más conexión con la familia”, resaltó María Hernández, instructora de clarinete.
Uno de los chicos beneficiados, Nicolás Castro, contó que en modalidad virtual la experiencia era diferente, pero ahora, tras el retorno a la presencialidad, está mucho más animado de poder tocar junto a sus compañeros, que es lo que lo hace feliz
Isis Arroz, otra beneficiaria, contó que la presencialidad ayuda a socializar y le genera alivio ya que así aprende más.
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